Imagen: El Sexto aka Danilo Maldonado
¿Es una ilusión de Obama creer que tendrá un contacto real con el pueblo cubano?
¿Ese twitter “Qué Bola Cuba“ está dirigido al pueblo cubano online de un futuro sin dictadura?
¿Son las calles vacías y derruidas el pueblo lleno de alegría?
Mi madre me dice ¡todo el mundo tiene tremenda alegría por la llegada de Obama!
Pero “todo el mundo“ - los cubanos aprisionados en la isla- solo son millones de ojos frente al cristal TV alegres por la inconsciente fantasía de la llegada de la libertad.
Antes de la llegada del Presidente de los Estados Unidos rebajado a lo máximo, a lo más humilde-humillante casi, ante un gobierno que lo considera enemigo por todo lo que representa: lo opuesto: Progreso social- #TodosMarchamos sucedió este domingo como una escena mucho más desagradable: el punto del despreciable y vomitivo mal gusto que ofrecen los cubanos que se prestan para la represión. La pena ya no es ajena, se vierte sobre nuestros ojos y nuestras conciencia se retuerce, es nuestra pena pulsando a un extremo más que lacerante.
Obama llega a comer a una calle vacía y no por la lluvia. Sabemos bien. Releo un poema que escribí hace varios años cuando el vacío de las calles recibía a una Cumbre de Las Américas penosa y recontrapenosa y vuelta a penar en cada cubano con valor de sí mismo.
Pero antes del Poema una última cosa: Espero que Obama todavía saque su carta debajo de la manga durante su discurso de este martes, que se espera sea transmitido en vivo, y allí diga algo al anestesiado y encarcelado pueblo nuestro, que nos despierte una luz de amor por la verdadera Patria y el olvidado sabor de la libertad.
DIAS CUMBRES
Somos un trazo de un instante:
Este sol sin el movimiento humano, obsesionado sobre una plaza vacía, la
mano de una estatua, la mirada en la piedra de una figura de hombre; sol
petrificado, lento tratando de correr por entre las calles, presionando en los
portales, casi gritando un calor humano, un calor humano, ni un perro pasa
por allá bajo las estacas que sostienen a los edificios, vacíos, se derruyen en
un susurrar de voces y voces y voces susurro que infesta al amarillo lo
agrieta lo derruye un estruendo se sabe que algo se derrumba aquí en el
centro de la ciudad tanta soledad se queda sin piernas todo en el aire dice me
caigo. Se cayó, como el hombre del cuento de Palenzuela: esa plaza poética.
El hombre vio otra realidad y los ojos obsesionados de la enfermedad que
gobierna lo miraron. El hombre se calló acusado de estar haciendo algo en la
madrugada. El sol en la madrugada. Escribo como un pedazo de pavimento
que se camina a si mismo y anda sobre sí disfrutando del día y de los fantasmas
vendiendo periódicos, fritas, refrescos, guarapo, pizzas, una llave de agua, un reloj
soviético, una revista hablando de un muro, un pulso con la palabra Cambio.
Somos un trazo de instante que se calló.
Siempre preferimos callar y no caer. Y se oscurece todo y el vacío se vuelve un
sueño que es mejor caerse, todo el mundo aguanta, el sol siempre sale. Hoy el sol
se fue allá, al desvío, todo está desviado por el paso de la cumbre. La confusión es
tan grande que es un orden, es el orden de estos días que lentos lentos lentos son
nuestra libertad, pasos ruidos aglomeración silbatos gente gesticulando moviendo
sin querer, sin cuerpo, hablando sin color palabras que ensucian el aire y quemadas
vuelven en cualquier boca que se mueve sin argumento. Este es el orden de libertad
relenta que cae .
Sol. Sin calor es sol muerto.
Esto
por su puesto
dale agua.
Báilalo.
Aquí el que baila gana.
Palangana.
Un estruendo.
Se sabe que algo se derrumba aquí en el centro de la
ciudad tanta soledad se queda sin piernas todo en el aire dice me caigo.
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